Claudio Montoya Luengo escribió e ilustró "La condena del kalku", su primera novela de fantasía (2024, Nass Papier). De este proyecto y otras cosas conversamos con este tomecino de corazón que pone a su ciudad natal como el centro neurálgico de un relato ficticio en el que convergen leyendas y mitos ancestrales del sur de Chile. Claudio fue uno de los fundadores de la agrupación de artesanos “Manos Creadoras” en Tomé, y destacó el año 2004 por ganar el segundo concurso de Innova. Gracias a esta oportunidad se le invitó a participar en una pasantía a Brasil a los Estados de Teresina y Recife, con la idea de conocer la dinámica y el valor cultural del artesano brasileño. Desde esa fecha no ha parado de crear. Sus obras han logrado traspasar las fronteras de Chile llegando a países como Francia, Suiza, EEUU y Brasil. Durante el año 2015 fue cofundador del Centro Cultura MYTHSCULP para potenciar el modelismo de figuras de colección y fantasía. Participa como ilustrador para el clásico juego de cartas Mitos y Leyendas y el 2020 se transforma en uno de los fundadores de la revista de comics INSOMNIA. "La condela del kalku" es un proyecto de largo aliento que es mucho más que una novela, ya que hay dibujos, un book trailer animado y música original. La historia principal se emplaza en un pueblo de fines del 1800, tomando como referente la hermosa Comuna de Tomé, en el cual reúne a un grupo de personajes sacados del imaginario étnico chileno.
¿En qué consiste el “Surrealismo Abstracto Figurativo” con el que te identificas?
Tiene que ver con la idea de inventar mundos figurativos, espacios paralelos, personajes de ensueño. Este gusto por el surrealismo viene de muy joven, cuando conocí la obra de Max Ernst y Dalí.
¿Qué diferencias hay entre ser artista y diseñador gráfico?
El arte me libera, me calma y me emociona. El diseño gráfico lo veo como una herramienta de sustento con la cual me siento cómodo.
¿Te sientes cómodo en equipos de trabajo o prefieres la soledad de tus proyectos? ¿Qué diferencias existen en el resultado?
Soy como un búho, de noche; y en soledad soy más creativo, me es más fácil enfocarme en mis ideas. Por otra parte, no me incomoda trabajar en equipo, mi labor depende mucho de la compatibilidad y calidad humana de las personas que me rodean. Suelo ser un poco exigente y perfeccionista con mi trabajo.
Has reconocido la influencia de la mitología en gran parte de tu obra, ¿desde donde surge esta relación con los relatos ancestrales y el folclore local?
A temprana edad me llamaban la atención las leyendas nórdicas, griegas y egipcias, hasta que llegó a mis manos el libro de Oreste Plath “Geografía del mito y la Leyenda chilenos” que me hizo volar mi imaginación, concentrando todo mi arte a la mitología local.
¿Qué autores y creadores (ilustradores y escritores) han sido decisivos en tu formación y estilo artístico?
Todo artista tiene algo del cual uno puede aprender, sobre todo si su trabajo tiene alma. Hay muchos que me dejan fascinado al ver sus trabajos. Quizás quede corto pero puedo mencionar a: Simón Bisley, Giger, Félix Vega, Juan Giménez, Todd McFarlane, Jim Lee, Juan Vázquez, Claudio Romo, etc... Pero el que me marcó en mis inicios fue Themo Lobos con “Mampato”. Con los escritores hay tres ramas que me gusta mucho: Terror, los antiguos clásicos como: Mary Shelley, Bram Stoker, John Steinbeck, Edgar Allan Poe, Lovecraft, Stephen King. En Fantasía, Tolkien, George R.R. Martin, J.K. Rowling, Jack Vance, Christopher Paolini, C. S. Lewis. En Ciencia Ficción, Julio Verne, Isaac Asimov, Ray Bradbury, Frank Herbert.
¿Alguna maña o cábala que reconozcas para iniciar el proceso creativo?
La música, cuando medito con la cabecera, o en la noche, se me abre la mente y puedo fluir con soltura por los caminos del arte.
Sobre tu reciente novela, ¿recuerdas cómo y cuándo decidiste comenzar a escribirla?
Inició con mis pinturas, las que están relacionadas con mitología. Esto me hizo acumular mucha información que me ayudó a escribir.
¿Por qué escoger Tomé como el centro neurálgico en el que se desarrollan los hechos?
Nací en Tomé y en mi juventud disfruté de sus playas y bosques, era fantástico en todos sus sentidos. Todo esto lo usé de manera referencial, mostrando en la novela un Tomé paralelo y mágico.
¿Identificas momentos o vivencias inolvidables en el proceso de escritura? ¿Cuáles son?
Sí, muchos. Cuando con mi señora, que en ese momento éramos pololos, nos sentábamos a revisar los textos y discutíamos que quedaba y que se eliminaba; el nacimiento de mi hijo; y el haber conocido gente muy interesante, con quienes desarrollamos proyectos relacionados con la novela, en el área audiovisual, musical, y artístico, con los que hoy nos hemos convertidos en grandes amigos.
¿En qué momento decides poner fin a la escritura de tu novela? Ese día en que dijiste: “ya terminé definitivamente”, ¿o eres un escritor que encuentra siempre mejoras en su texto?
Creo que en mi mente la obra nunca se termina, la verdad es que siempre se puede perfeccionar con la posibilidad de mejorar el trabajo. Lo comparo a la aventura misma de escribir el libro y como, a través de los años, con altos y bajos, se fueron presentando en el camino todas aquellas personas que me brindaron los elementos para seguir adelante. Fue como vivir el camino del héroe en carne propia.
¿Qué diferencias creativas existen entre escribir e ilustrar? ¿Qué te pasa internamente con cada una de estas tareas?
Por la experiencia que tengo como artista visual al ilustrar me siento más seguro (o cómodo), en cambio el escribir me cuesta un poco más, lo que me hace redoblar mis esfuerzos para conseguir lo que quiero. Ambos, independiente uno del otro me dan, al final del camino, esa satisfacción y alegría de ver la obra terminada.
¿Qué te seduce del género fantástico? ¿Qué crees es lo que hace tan atractivo para los jóvenes lectores?
El poder sumergirme en una realidad alternativa, con elementos sobrenaturales, que hacen posible lo que sería imposible en nuestro mundo, mi mente fluye. Creo que a pesar de toda la adversidad cultural y la basura de los medios de hoy, en el interior de cada joven hay un deseo de conectarse con otros mundos, de sentirse identificado, eso que los libere mentalmente de la subyugación intelectual que le entrega este sistema subdesarrollado, por no decir bananero.
¿Cuál es la razón por la que un tomecino debiera leer tu novela?, especialmente los más jóvenes.
La historia se desarrolla en un Tomé paralelo, involucra una familia tomecina, con un paisaje y lugares que se acercan a ese Tomé antiguo, es aquí donde fluye toda la aventura, con un sinnúmero de seres y personajes interesantes. Creo que son razones más que suficientes.
Finalmente, ¿Cómo prefieres que te reconozcan: ilustrador, artesano, escritor o artista?
Creo que como un soñador, con una imaginación enorme. Me faltaran años para moldear todo lo que tengo en mi cabeza.
Comentários